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Foto del escritorArón Enrique Pérez Durán

La fiesta de Hool: una religiosidad popular

Actualizado: 6 may 2020

Arón Enrique Pérez Durán

Historiador

Cronista del Municipio de Campeche.



"Nuestra historia es como un iceberg que sólo nos

muestra una mínima parte de su bulto flotante, y cuya

configuración y equilibrio sólo se entienden por referencia

a la enorme porción sumergida bajo las aguas"

(Alfonso Reyes).


Las comunidades rurales de ascendencia indígena en México, son herederas de un importante bagaje cultural y religioso de originalidad mesoamericana. En su devenir histórico, a partir de la conquista y colonización, tuvieron que integrar muchos elementos novedosos provenientes de otros contextos culturales y religiosos. En ese proceso, dichas comunidades, lejos de acatar sumisamente los nuevos parámetros impuestos por el grupo hegemónico, activa y creativamente han reformulado y resignificado esos nuevos símbolos, de tal manera que el sincretismo resultante reúne en una nueva vivencia cultural las procedencias, tanto de uno como de otro lado.

La religiosidad popular, entendida como el modo peculiar que tiene el pueblo, es decir la gente sencilla, de vivir y expresar su relación con Dios, con la Virgen y con los santos, no sólo en un ambiente privado e íntimo, sino también en comunidad, tiene un valor inmenso. La religiosidad popular es sencillamente la religiosidad del pueblo, de las gentes que viven y pueden expresar públicamente, con sincera y sencilla espontaneidad, su fe cristiana, recibida de generación en generación, y que ha ido configurando la vida y las costumbres de todo un pueblo.

La localidad de Hool, pertenece al municipio de Champotón y se localiza a 45 kilómetros de la cuidad de Campeche. Una comunidad con gente amable dedicada a las actividades agrícolas.

Como cada año el pueblo festeja a su Virgen en dos festividades, la primera llamada la mayor por ser la más concurrida, que se realiza en febrero durante dos semanas y da inicio unos días antes de cada 2 de febrero para terminar al siguiente domingo. La segunda se realiza en agosto, con novenarios y gremios, y en ella participa la población local: “es una tradición que es de los antepasados que se festeja el 15 de Agosto porque es el mes de los agricultores que le pedían cosecha, en esos días solo hay novena, rosarios, misa, y procesión para darle gracias a la Virgen por las cosechas”[1].

De acuerdo a Teresa Quillones y Ella Quintal (2002) no se tiene datos exactos de cuando comenzó la devoción a esta imagen, pero Pedro Miranda (2000, pág. 77-78, citado en Quillones y Quintal, 2002, pág. 496) señala que a mediados del siglo XVIII las romerías desde lugares lejanos se realizaban anualmente.

La Virgen es de bulto y es conocida como de la Candelaria, aunque por sus características iconográficas, parece ser de la Concepción.

En cuanto a su aparición, tanto la gente del pueblo como los peregrinos, el mito concuerda de manera generalizada: “a mis 82 años de edad aún recuerdo muy bien lo que me contaban mis antepasados. La aparición de la Virgen fue en una aguada que está a 8 kilómetros del pueblo y que la trajeron de ahí al lugar donde ahorita se encuentra la escuela “Ignacio Rivas”, ahí la dejaban y cuando la gente la iba a ver al otro día ya no estaba, que aparecía en el cerro; la regresaban y al otro día lo mismo, la amarraban con una majahua y volvía aparecer en el cerro, por eso le pusieron Hool al pueblo, porque en maya majahua es Hool. Ella quería que en el cerro se le hiciera su iglesia y es así como se la edificaron”[2].

Para Alicia Barabas las apariciones implican procesos de apropiación y reapropiación territorial que encuentran sustento en la voluntad colectiva de posesión de un territorio propio por la vía de la sacralización. Y el mito de la aparición de la Virgen de Hool, claramente justifica, en sus diferentes variantes, le ubicación del santuario, no sólo en cuanto al pueblo sino en relación al sitio exacto que la imagen muestra para que ahí se le adore (Quillones y Quintal, 2002, pág. 497).

A un costado de la carretera de la población existe una aguada en la cual nadie se baña ya que estaba custodiada por un cocodrilo que le nombraban “El Negro” a quien mataron en el 2009: “en aquella ocasión el Negro mató a un chavo como de 36 años originario de Cancún y que se encontraba bien borracho ahí de la aguada, pero la culpa la tuvo el difuntito, él invadió el territorio del animal y esté reaccionó por instinto. Dicen que el cocodrilo lo arrastró y lo ahogó. El animal nunca había atacado a nadie, y recuerdo que al policía que le disparó al réptil lo destituyeron porque no tenía permiso de matarlo”[3].

Para los días de la feria, son muchos los visitantes del Estado que llegan en vehículos particulares y autobuses públicos, pero antiguamente lo hacían en carretas y por tren: “cuando estaba chamaco, ahí cerca de los 14 años, me iba con mi papá de aquí del pueblo hasta Chiná, Campeche por puro monte donde le vendíamos cochinos a don Pépe López, ya de regreso por la tarde me tocó ver a muchas familias que venían en carretas por los montes de Hobomó con la devoción de visitar a la Virgen de Hool y se quedaban todos los días de la feria; otras familias llegaban en tren al kilómetro 52 y de ahí caminaban hasta el pueblo”[4].

Durante los días de la feria, Hool se transforma. Cerca de la aguada sobre la carretera se instala el ruedo, puestos de comida y cervezas. Sobre la calle principal se aprecian los puestos de ropa, juegos mecánicos, puestos de discos, y junto a la iglesia los puestos de velas, veladoras, flores, ruda y milagritos para todo aquel creyente que llega hasta la iglesia que se localiza en el cerro, con la fe en alto y con la ilusión de tocar a la Virgen y entregarle sus manda y regalos.

Para el día 2 de febrero, el más importante de la feria, se efectúa la procesión de la Virgen, que es sacada de su iglesia para llevarla en hombros de voluntarios por la calle principal y la aguada: “para la procesión, el sacerdote hace la invitación a otros lugares y viene otras imágenes. Hace dos años vino el Cristo Negro de San Román. También ha venido la Virgen de Dzitbalché y la de Champotón”[5]. Los devotos cantan los himnos religiosos y se queman voladores, toda una festividad que con pasión y fe, los peregrinos buscan en la imagen de la Virgen el consuelo y sanación de sus almas.

De ese modo, entendemos la religiosidad popular como un término que expresa, más que fenómenos sociales aislados, una lógica cultural coherente con el proceso social históricamente vivido, con todas las tensiones, rupturas, conciliaciones y adopciones que ello conlleva. Así pues, al hablar de religiosidad popular no aludimos a un ámbito de creencias individuales aisladas e inoperantes en la vida cotidiana, sino, más bien, a una cosmovisión, tal y como Broda (2001, pág. 16) la entiende y explica en el sentido de una visión estructurada en la cual los miembros de una comunidad combinan de manera coherente sus nociones sobre el medio ambiente en que viven, y sobre el cosmos en que sitúan la vida del hombre.



Fuentes consultadas

Broda, Johanna (2001) Cosmovisión, ritual e identidad de los pueblos indígenas de México. Conaculta. Fondo de Cultura Económica.

Domitila Canul. Entrevista personal. 20 de enero de 2015. Hool, Campeche.


Félix León Jesús. Entrevista personal. 20 de enero de 2015.. Hool, Campeche.

Miranda Ojeda, Pedro (2000) “Los miedos y los imaginarios en el mundo colonial. Una interpretación del pecado y de la religiosidad popular en la provincia de Campeche, siglos XVI-XVIII, en Religión popular de la reconstrucción histórica al análisis antropológico (Aproximaciones casuísticas), UADY, Mérida, pág. 3-78.


Quiñones Vega, Teresa y Ella Fanny Quintal Aviles (2002) “Hool, territorio sagrado del pueblo campechano” en Los Investigadores de la Cultura Maya 10. Tomo II. Universidad Autónoma de Campeche. Pág. 494-500.


Entrevistas

[1] Domitila Canul. Entrevista personal. 20 de enero de 2015.

[2] Félix León Jesús. Entrevista personal. 20 de enero de 2015.

[3] Domitila Canul. Entrevista personal. 20 de enero de 2015.

[4] Félix León Jesús. Entrevista personal. 20 de enero de 2015

[5] Domitila Canul. Entrevista personal. 20 de enero de 2015.


Virgen de Hool. Campeche

Foto: Arón Enrique Pérez Durán


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