top of page
Buscar
Foto del escritorArón Enrique Pérez Durán

El Gremio de Señoras: una tradición de fe del barrio de San Román.

Aarón Enrique Pérez Durán

Cronista del Municipio de Campeche


Los gremios son agrupaciones de individuos sociales emparentados por un oficio, género o profesión. Están ligados a las festividades de un santo patrono y actúan de forma voluntaria en actividades religiosas para contribuir a la fiesta de su santo.

Algunos grupos gremiales del barrio de San Román surgieron desde los primeros años del siglo XX con el objetivo de dar mayor solemnidad a las festividades religiosas del Cristo Negro; tal es el caso del gremio de Señoras, fundado el 6 de agosto de 1911 por iniciativa de doña Joaquina Preciat, Josefa Lanz, María Ramírez de Diego, Concepción Castillo y Guadalupe Quintero.

Su primera directiva estuvo integrada por doña Joaquina Preciat, como presidenta honoraria, Josefa Lanz, presidenta activa, Guadalupe Quintero, secretaria, Concepción y María Candelaria Dondé, tesoreras y como vocales a Cecilia Oliver, Consuelo Ferrer, Nieves Baqueiro, Rosario Montes de Oca, Gertrudis Llovera, Rita Hernández, Ana Gutiérrez McGregor, Isabel Olivera Escalante, Rosario Espínola Preciat, Carmen Sandoval, Francisca Rendis, Josefa Rodríguez Palmero, Casilda Blanco, Carmela Zetina, María Trinidad Acosta, Leonor Castillo, Felipa Aguilar, Guadalupe Laborde, Rafaela D. Montalvo y Fernanda Medina. (Escoffié, 1995, p. 28).

De la tenaz labor de aquellas mujeres surgió este gremio que hasta hoy en día subsiste y que ha visto pasar con los años a señoras que han dejado huella en sus historias.

En el 2014, tuve la oportunidad de conocer a doña Mari Rubí García Badillo, de 72 años y mejor conocida como doña Rubí en el barrio de San Román; una dama campechana creyente y de fe en el Cristo Negro, quien me contó su historia:

“Desde muy chamaca cuando soltera participé en esto de los gremios de mi barrio con mis abuelitos, mis tías y tíos. Primero pertenecí al gremio de marinos, después al gremio de señoritas y posteriormente al de señoras. Ingresé al gremio de marinos porque mi papá, don José Dolores García Domínguez y mi abuelito, don José Dolores García Aguilar, eran marineros y eran de los primeros gremios que entraban a la iglesia. Mi papá fue uno de los que hizo el arco de la iglesia que decía: “Gremio de Marinos”, ya que él también era carpintero ebanista. De ahí, en el año de 1958, a los 16 años pasé al gremio de señoritas y a los 20 años, cómo mi tía Benita y mi abuelita siempre fueron muy san romaneras, me pasé al gremio de señoras”.

“Cuando empecé en el Gremio de Señoras en 1962 nos preparábamos para la alborada del gremio que salía de la casa de la presidenta que estaba en turno en ese momento y recorríamos las calles del barrio, ya sea por la calle 12 o la 14, llevando el estandarte y todas bailando, para luego llegar a la iglesia con todo y músicos al terminar la misa de siete y media de la noche. Ahí el padre salía a recibirnos y entraba la alborada. En aquella época nuestro estandarte lo hacía una bordadora que se llamaba doña Socorrito que vivía por ahí de la calle 10. Las figuras bordadas de los estandartes podían ser el cáliz, dos manos enlazadas o una cruz, todo dependía de lo que decidiera la presidenta que se llevara como símbolo y era de color rojo con hilos dorados que en ese tiempo decían que eran de oro. Al otro día era el gremio en la misa de las diez de la mañana y al concluir nos íbamos al convivio que se realizaba en el salón “Carta Clara”, esa vieja casona que se ve ahora enfrente de la iglesia. En el convivio se daban tacos de cochinita, de relleno y había hasta sus cervecitas. Todo esto salía del dinero que aportaban las socias del gremio y te daban un ticket o dos por persona”.

“Tengo 52 años participando con el Gremio de Señoras y hasta en el Gremio de Niños he estado, porque llevaba a mis hijos, siendo su presidenta en aquella época la difunta doña Carlota Rico. Con las señoras fui su tesorera del año 2008 al 2013 y la presidenta fue doña Miriam Baños. Lo primero que acordábamos en las reuniones, para festejar a nuestro Cristo Negro cada año, era cobrar las cuota de $150 pesos a las socias, que para ese entonces eran cerca de 300 mujeres, esto con la finalidad de solventar todos los gastos de la comida del convivio que seguíamos haciendo, voladores, flores del altar, pagar la misa de la iglesia, las estrellas, los globos de gas, la música de charanga de doña Candita Ríos y cualquier otra cosa que nos hiciera falta para nuestro festejo de cada 14 de septiembre. Para la alborada como para la función del gremio, todas íbamos vestidas de campechanas, ya sea de bata o con el traje regional, y con la charanga entrábamos bailando a la iglesia, hasta el altar y a los pies del Cristo Negro, al son de la campechanita. Para el traje de campechana yo hacía el mío porque soy modista desde hace muchos años. Lloviera, tronara o relampagueara, nosotras siempre salimos a festejar a nuestro Cristo con el gremio. Así trabajamos durante cinco años la presidenta, la secretaria, las vocales, las socias y una servidora”.

“Toda mi vida he vivido en San Román, tengo 4 hijos, dos hombres y dos mujeres, todos casados con la bendición de Dios y 11 nietos. Para mí el Cristo Negro lo es todo, tengo mucha fe en él. Se que ahora ando un poco enferma porque soy diabética, pero le estoy pidiendo mucho a mi Cristo para que me de fuerzas y salga adelante con mi enfermedad y vaya este año a participar como hace más de 50 años que lo vengo haciendo, porque así será hasta los últimos años de mi vida”.

“Esta tradición que he tenido del gremio, mis hijas no la continúan, dicen que mejor no se meten porque han visto como se trabaja de duro para sacar adelante la fiesta cada año, pero muy dentro de mi corazón me gustaría que alguna de ellas la continuara o por lo menos alguna nieta, así como yo lo hice con mis abuelitos. Yo ya estoy grande, mis compañeras también, nos tocará irnos de esta tierra un día, pero tenemos la esperanza de que el Gremio de Señoras continúe con su tradición por siempre, porque sé que aún hay fe en este barrio mío llamado San Román”.


Referencias:

* Mari Rubí García Badillo. Comunicación personal, 11 agosto de 2014. Barrio de San Román. Campeche.

* Escoffié Castillo, Manuel (1995) San Román barrio tuyo como mío. Colección Pablo García. Campeche.

* Kú Mis, Miguel Ángel (2007) Gremios, devoción a Santiago apóstol en Halachó, Yucatán. PACMYC 2007. Instituto de Cultura de Yucatán.


9 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Premio San Francisco 2024

Aarón Enrique Pérez Durán Cronista del Municipio de Campeche En el marco de la Primera Sesión Solemne de Cabildo, se llevó a cabo la...

コメント


bottom of page