Aarón Enrique Pérez Durán
Cronista del Municipio de Campeche
Manuel A. Lanz, cuyo nombre completo era Juan Manuel Arcadio Lanz, nació el 12 de enero de 1852 en la ciudad de Campeche; hijo de don Ramón de Lanz y Biempica y de doña Dolores Rodríguez de la Gala y Ampudia. Destacado desde niño en los estudios en Ciencias y Artes, estudió en el Liceo de “San José”; en 1867, ingresó al Instituto Campechano, donde recibió el título de farmacéutico y botánico en 1876. Contrajo nupcias con Ana Formento y Lanz, con quien tuvo cuatro hijos: Mercedes, Ana, Manuel y Carmen Sofia.
El 15 de septiembre de 1877, fundó, en el actual cruce de la esquina de la calle 55 con calle 10 del Centro Histórico de la ciudad de San Francisco de Campeche, una farmacia conocida primeramente como “El templo de Galeno” y posteriormente como la “Farmacia Lanz”, siendo una de las primeras de su época. La famosa esquina de la farmacia llegó a ser el sitio ideal de reunión de los grandes intelectuales del Campeche de antaño.
Manuel A. Lanz ocupó importantes cargos públicos y académicos como: vocal de la Junta de Sanidad; presidente de la Junta Facultativa de Farmacias; miembro del Consejo Superior de Instrucción Pública; Profesor de Química y Farmacia en el Instituto Campechano, entre otros; destacó en el arte literario y escribió en los periódicos de la apoca. Entre sus obras se encuentran la historia del Hospital de San Juan de Dios; Juárez y el Instituto Campechano y la biografía de Justo Sierra O´Reilly; fue autor de trabajos sobre botánica, y en 1901, escribió una importante reseña sobre el Instituto Campechano. Falleció el 7 de septiembre de 1911, a la edad de 59 años.
La Farmacia Lanz fue una de las casas comerciales de gran movimiento y prestigio. Al fallecer don Manuel A. Lanz, la farmacia pasó a ser propiedad de doña Ana Formento, quien la dio en herencia a su hijo Manuel Lanz Formento. Al morir este último, la farmacia pasó a su esposa, doña Dolores Peña viuda de Lanz, quien a su vez la vendió a una conocida cadena de farmacias que operaba en el Sureste de México.
La farmacia contaba con una gran cúpula de madera construida por el maestro carpintero don Francisco Flores y estaba adornada con dibujos de instrumentos de laboratorio del pintor Susano Rejón y nombres de destacados físicos y químicos que circundaban la base. En su interior se hallaba un mostrador de mármol blanco, antecedido por un barandal, en cuyos extremos se encontraban dos bustos de yeso de color negro que representaban a los médicos griegos: Claudio Galeno e Hipócrates de Cos.
La Farmacia fue el sitio selecto de reunión de campechanos como el Dr. Tomás Aznar Cano, Francisco Cicero, Luis Aznar, el Dr. Manuel Ramos Quintana, Felipe Molina, Miguel Román Lanz Rodríguez de la Gala, Manuel Samperio, Joaquín Maury Estrada y Miguel de Errazquín, entre otros.
Un lugar de excelencia, fundado por don Manuel A. Lanz, para la tertulia de campechanos con franca charla, inmutables en sus juicios, puntualísimos en sus compromisos y tolerantes sin complacencias, ni mucho menos complicidades.
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