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Foto del escritorArón Enrique Pérez Durán

Castamay: una tradición llamada Santos Reyes

Actualizado: 11 mar 2021

Arón Enrique Pérez Durán

Historiador

Cronista del Municipio de Campeche.


Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos adorarle [...] y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abrieron sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra (Mt., II, 1-2; II, 11).

De acuerdo con Antonio Rubial García (2015, p.775), fue a partir de estos versículos del evangelio de San Mateo que se generó en el mundo cristiano uno de los más significativos símbolos de su imaginario. Por casi dos milenios los cristianos han venerado la memoria de los Magos que llegaron adorar al niño Jesús y cuya festividad se conoce como Epifanía y en Occidente se celebra el 6 de enero de cada año.

La fiesta de los Reyes magos se distingue por ser una festividad donde se combina lo religioso, lo lúdico y lo profano. Así, esta se convierte en el momento especifico en que los habitantes de una comunidad no sólo se manifiestan como fervientes católicos, a través de los diversos ritos religiosos, sino que se disponen a celebrar los más diversos elementos de su cultura popular como el juego, los bailes, las comidas y las bebidas, entre otros, sin olvidar su religiosidad popular, entendida como el modo peculiar que tiene el pueblo, es decir la gente sencilla, de vivir y expresar su relación con Dios y con los Santos.

La comunidad de Castamay se ubica a 14 kilómetros del centro de la ciudad de San Francisco de Campeche, tomando la carretera Campeche-Hopelchén; una población con su gente alegre, arraigada en su organización, sus relaciones de familia y su pasado histórico.

La localidad está dividida por la iglesia católica en cuatro sectores con sus referidos santos: Reina de la Paz, Divino Niño, San Judas Tadeo y el Señor de la Misericordia. Dentro de este último se encuentra el barrio Miguel Hidalgo, característico por celebrar a los Santos Reyes de don Martín Simá Pech, hombre de 86 años, que a su edad sigue firme en su fe y en sus santos: “yo no soy originario de Castamay, soy de Hecelchakán, pero me siento muy arraigado a esta comunidad, ya que llevo muchos años viviendo en ella y soy parte de su gente”. “Estos Reyes Magos los trajeron de Tizimín, Yucatán, me los regaló hace 36 años mi concuño José Jiménez y desde ese tiempo no sabemos nada de él, pero recuerdo bien cuando me dijo: Martín te traje tú regalo, estos tres reyes son tú regalo, ¡cuídalos mucho! Desde entonces me he dedicado a festejar a mis santos. Yo inicié esta fiesta con un amigo y dos de mis hermanos: Víctor Rodríguez, Elías y Fernando Simá Pech, todos ellos ya se murieron, soy el único que queda con vida, ya me quedé sólo. En aquella época se nos unió mi yerno José Gilberto Moo Pool, quien nos ayudaba a matar los cochinos para la comida y armaba las cabezas y mesitas para los bailes de cabeza de cochino. Yo ya me siento cansado y enfermo, pero le he encargado este año la fiesta de mis santos a Juan Aguileta Rodríguez, él tiene la encomienda de seguir con lo que yo inicie”[2].

“Desde muy chamaco me llamó la atención la fiesta de los Reyes Magos, ya que mi difunto padre, don Luis Aguileta Ávila, en un tiempo también formó parte del comité de don Martín. Antiguamente existían grupos de jóvenes corredores para la fiesta, ahora ya no los hay, pero yo fui partícipe de ese grupo cuando tenía 14 años. Salíamos de Castamay tres días antes para irnos a Tizimín, Yucatán, la gente nos despedía hasta con voladores y cuando regresábamos corriendo, días después, la gente del pueblo nos recibía de nuevo con voladores, aquello era un orgullo y entusiasmo para mi, ya que si tú lo haces con fe todo sale bien. Cuando llegábamos a casa de don Martín ahí nos recibían con comida y quien nos organizaba para correr era el difunto don Enrique Simá Pech. Una de las anécdotas que recuerdo bien fue un día que veníamos corriendo y pasamos por Mérida, ahí nos metimos en una capilla de los Santos Reyes, en la colonia del mismo nombre en el oriente de la ciudad, en esa ocasión por poco y nos meten al bote porque pensaron que nos los íbamos a robar, nos agarraron los policías y le platicamos que veníamos de Castamay y que nosotros corríamos para esos santos. De ahí llegamos a Pocboc, Hecelchakán, que tiene una iglesia muy antigua; una anécdota en ese lugar fue que entrando a la iglesia tres de los corredores nos caímos junto a los Reyes Magos que ahí veneran, queríamos levantarnos y no podíamos, nos volvíamos a caer, fue así como nos tuvieron que apoyar los muchachos que iban con nosotros, no se que nos pasó, aún después de tantos años no lo comprendo”[3].

“En el mes de octubre del 2018 se acercó don Martín conmigo y me dijo: Juan te regalo los Reyes Magos, ¡llévatelos!; llorando me lo decía, ya que él veía que la fiesta no se iba a levantar, entonces decidí armar el comité integrado por don José Pool, don Gabino Simá Durán, Paola Huicab Muñoz y Horacio San Miguel Teh. La finalidad del comité actual es como lo hacía el primer comité, es decir, si se dona una cabeza de cochino y te la llevas, estas comprometido para el próximo año dar otra cabeza y medio cochino, para que podamos tener que darle de comer a toda la gente que llega a bailar. De esta forma me hice cargo de la fiesta y no me quise hacer dueño de los santos, como me lo propuso don Martín en un inicio, porque se que los Reyes Magos vienen de la tradición de una familia, por eso don Gabino Simá Durán, que es hijo de don Martín, actual subcoordinador del comité, representa a la casa original de los santos”[4].

La fiesta de los Reyes Magos de Castamay, es una fiesta que lucha contra el tiempo para no perderse en el recuerdo de sus creyentes. Para este año del 2019, el nuevo comité, desde tres meses antes y liderado por don Juan Aguileta Rodríguez, ha puesto de manifiesto la fe de don Martín al festejar a sus santos.

Desde la puerta de la casa de don Martín se dispuso de un altar adornado con manteles blancos, luces de colores y flores, todo ello enmarcando a los tres Reyes Magos, en cuyo altar se podía observar una gran cruz verde que don Martín llama Santo San Pedro, cuya historia data de la época de su difunto padre, don Fernando Simá Simá, esclavo de la hacienda Blanca Flor, ubicada en el municipio de Hecelchakán, quien participó en la batalla del 14 de marzo de 1905 entre las tropas carrancistas de Salvador Alvarado y las del Ejército de Abel Ortiz Argumedo, pero eso será otra historia que este historiador contará más adelante.

La fiesta de los santos Reyes Magos inició su novenario el 29 de diciembre del 2018; el día 5 de enero, en punto de las seis de la tarde, desde su altar en la puerta de casa de don Martín, iniciaba el baile de la cabeza de cochino, las mujeres, vestidas con su jubón, hipil y fustán, y los hombres con sus pantalones de corte recto con valenciana y sus filipinas, al son de la charanga daban inicio al recorrido que se prolongó por las calles de los barrios de la comunidad hasta formar un contingente de cinco cabezas de cochino, que retornaron con música y voladores al altar de los Reyes Magos. En punto de las siete de la noche, los concurrentes a la fiesta ya disponían de su lugar en toda la calle, los niños corrían y otros ocupaban sus lugares con sus familias. El comité llevó a cabo su propio festival artístico contando con la presencia del ballet folclórico Ya´ax Uj (Luna de Jade), así como un show de payasos para amenizar la fiesta con los niños.

La noche continuaba y se veía en toda la calle a un sin fin de gente preparándose para el baile que iniciaba a las diez de la noche. Se observaba desde la vendedora de chicharrón, palomitas, hamburguesas, perros calientes, tamales colados y hubo hasta quien dispuso de un improvisado puesto para cocinar al aire libre carnes asadas para el deguste de los concurrentes. Esa noche la gente bailó y disfrutó de la celebración.

Al siguiente día, 6 de enero, la fiesta continuaba, algunos aún con el reflejo del cansancio de la noche anterior, pero con entusiasmo aún. Eran las 5:30 hrs cuando dio inicio la procesión de los Santos Reyes, los asistentes cargaron una especie de mesita y colocaron en ella un pequeño cuadro con una imagen antigua de los santos, mismo cuadro que don Martín utilizó años atrás cuando inició las primeras fiestas, hasta que su concuño le regaló las actuales imágenes de bulto; detrás de aquella imagen, cargada por un miembro de la familia Simá era cargada la Santa Cruz, el Santo San Pedro.

Este año, don Martín participó en la procesión, fue subido al carro moto de este historiador quien escribe, desde su silla, don Martín contemplaba con orgullo ver la procesión de sus santos por todos los sectores del pueblo de Castamay.

Llegado al altar, la misa religiosa inició, ya el olor de las pailas de cochinita recién sacadas del pib se hacía sentir, el sacerdote bendecía y explicaba en su homilía la historia de aquellos magos que adoraron al niño Dios. Finalmente, los tacos llegaron para todos, hermanos, hijos, primos, conocidos e invitados, todos comían y platicaban, se dejaban escuchar de lo bien que se había realizado la fiesta a cargo de don Juan Aguileta y el comité.

A lo lejos se podía mirar a don Martín, desde su silla de ruedas en la puerta de su casa, contemplar la celebración en honor a sus santos, su mirada reflejaba el cansancio de los años, la añoranza de sus recuerdos pero su rostro expresaba felicidad; y como él le dijo a este historiador en la entrevista: “Aarón, quizás sea la última vez que mis ojos vean esta fiesta, ya me siento cansado, se que mi tiempo ha llegado, pero me iré contento y en paz, porqué se que le cumplí siempre a mis santos”[5]

Quizás don Martín ya se haya despedido, pero la fiesta de los Reyes Magos continuará en su honor para seguir manifestando la religiosidad popular de una colectividad, explicada en el sentido de una visión estructurada en la cual los miembros de una comunidad combinan de manera coherente sus nociones sobre el medio ambiente en que viven, y sobre el cosmos en que sitúan la vida del hombre.

Fuentes consultadas

Rubial García, Antonio (2015) “Los santos Reyes Magos en el imaginario medieval y novohispano”, en El mundo de los conquistadores. Martín F. Ríos Saloma (Editor). Instituto de Investigaciones Históricas. Universidad Autónoma de México. pp. 775-799.


Entrevistas

[2] Don Martín Simá Pech. Entrevista personal. 6 de enero de 2019. Castamay, Campeche.

[3] Juan Gabriel Aguileta Rodríguez. Entrevista Personal. 11 de enero de 2019. Castamay, Campeche.

[4] Juan Gabriel Aguileta Rodríguez. Entrevista Personal. 11 de enero de 2019. Castamay, Campeche.

[5] Don Martín Simá Pech. Entrevista personal. 6 de enero de 2019. Castamay, Campeche.


Don Martín Simá Pech y Arón Enrique Pérez Durán

Foto: Adib Manuel Pérez Durán

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